CÓMO DAÑAMOS LA RELACIÓN DE PAREJA... Y CÓMO MEJORARLA.
¿Sabías tú que se divorcian 30 de cada 100 parejas?. (Notimex)
¿Y que la edad promedio en la que se divorcian las mujeres en México es 35 años? ¿Y para los hombres de ¿38?
De las parejas que se casan:
30% se divorcia en menos de cinco años;
otro 3’% permanece casado,
y 13% se vuelve a casar.
El 50% de las personas que se divorcian presentan las mismas conductas con la siguiente pareja.
Las estadísticas que escuchamos tal vez te asombren, pero te has preguntado ¿cómo le hacemos para estropear una relación que en un principio era todo amor y dulzura, en la que veíamos a nuestra pareja como un príncipe azul o “ como nuestra reina” y al paso del tiempo llegar a verla, verlo, como un sapo o como una bruja….y terminando , en ocasiones, en la separación o viviendo una vida que no queremos?...
Dicen que para conocer muy bien como resolver un problema, primero hay que ver la manera de retorcerlo aún más. …¿Cómo le hacemos para dañar nuestra relación de pareja? ¿ cómo le haces cuando te peleas con tu pareja, amigos, familiares, etc.?....
Elabora reglas poco prácticas y exígele a tu esposo, pareja, que las cumpla, compórtate como un macho, dile a ella “vístete como yo quiero, haz lo que a mí me gusta”, etc., presiona a tu pareja que cumpla tus caprichos, etc. No seas considerado(a), Piensa sólo en ti, descalifica todo lo que no vaya con tu manera de pensar, juzga mal todo lo que no te guste, etc.
Hazte el débil , la débil, siéntete desprotegida(o), indefensa(o),se siempre sumisa (o), nunca digas lo que quieres tú, se inútil, hazte el centro de atención, culpa a tu pareja de cómo te sientes y responsabilízalo de tus emociones, busca siempre que te salven, etc. Nunca digas lo que sientes, sólo reclama hasta que te escuchen y si no lo logras, llora, entristécete y cúlpate por eso. Si no es suficiente, hazte la enferma y usa eso para tener compañía y atención. Hazte la sufrida, el sufrido, etc.
Resuelve las dificultades de todos, No te permitas tiempo para ti, piensa que los demás son lo primero siempre, dile a tu pareja que ella (él) no puede, solo tú, que esa es tu labor, descalifícala siempre. Cuando llegues a tu casa cobra las “facturas de tu esfuerzo”.
De todas las emociones involucradas en los problemas de pareja ¿cuál consideras la más fuerte, o que más conmueve? …. usála como chantaje.
EL ORIGEN DE LOS PROBLEMAS:
Cada uno de nosotros al desarrollarnos vamos generando una personalidad, con la que más tarde nos identificamos y nos identifican los demás: algo así como nuestra identidad que nos hace únicos. Esta personalidad depende de nuestra historia y de nuestra genética.
Y ¿sabes qué significa persona? El término persona proviene del latín persōna, y éste probablemente del etrusco phersona («máscara» del actor, personaje). Y en realidad la personalidad la vamos conformando desde pequeños, con lo que nos dicen nuestros papás acerca de nosotros, con la manera en que aprendemos a expresar nuestras emociones o a dejarlas de expresar y poco a poco vamos haciendo un hábito de esto, hasta llegar a hacer el hábito de ser nosotros mismos, nuestra personalidad. Y esta personalidad dista mucho de nuestro verdadero SER. La razón de esto es el miedo. Y por miedo es que usamos esa máscara para cubrir nuestro SER. Es la forma que encontramos para adaptarnos al mundo.
El MIEDO es una emoción que aflora la mayoría de las veces con más intensidad que las otras emociones. El miedo a que no me quieran como soy, a que no le guste a la otra persona, a que me deje, me abandone, a que se burle de mí, a no ser suficiente, a que abuse de mi, etc.
Las relaciones pueden ser en base al amor o al miedo.
Al igual que pasa cuando somos niños, al crecer y formar una pareja, debido al miedo, las parejas desarrollamos CIERTOS ROLES, dejando de ser nosotros mismos, y esos roles, como si fueran máscaras, nos llevan a vivir las relaciones con dolor, y en ocasiones, nos llevan sufrimiento.
¿Cómo imaginas un adicto al sufrimiento?...
Es normal que en la vida, familiar, amistosa, de pareja salgan a flote diferencias, y en el crecer, al ir aprendiendo y reconociendo, haya dolor. También es normal que en momentos usemos esos disfraces, máscaras, caretas, o esos roles. Lo malo es que se rigidicen en nosotros y sea la única manera de responder.
El dolor es natural, y es pasajero, si curamos las heridas que nos lastiman. Pero hay ocasiones en que nos estancamos en el dolor, y eso es opcional. Cada uno de nosotros decidimos si queremos sufrir o no. Lo elegimos.
Es importante que sepamos que esos roles los actuamos inconscientemente. Veamos cómo funcionan:
EL TRIÁNGULO DEL DOLOR QUE JUGAMOS
El triángulo dramático o del dolor, propuesto por Stephen B. Karpman (1968) es un juego psicológico que se lleva a cabo en la relación entre dos o más personas, por ejemplo en una pareja, miembros de un familia, etc. . El concepto de juego psicológico es como una manera estructurada en que se dan las relaciones y se usa para evitar exponernos, nosotros mismos, lo que sentimos, lo que necesitamos, es decir, para huir de enfrentarnos y expresar nuestros sentimientos y necesidades más profundas, de hacernos responsables.
Las personas que entran en estos juegos psicológicos no suelen ser conscientes de esto y entran en el juego sin darse cuenta de que están manipulando y siendo manipulados y que la comunicación en la que han entrado puede ser muy destructiva y no lleva a la resolución efectiva del conflicto, ya que no se está expresando la verdadera información, ni sentimientos. Es un juego donde la comunicación se convierte en un nudo.
En el triangulo dramático se juegan tres roles típicos y las personas van cambiando de papel al ir interactuando.
Para comprender mejor esto veamos el significado de rol:
Función, papel de un actor en una representación (Interpretación de roles)
Rol social, el comportamiento que se espera de cada uno según su estatus social.
Rol de género. Lo que se espera de las mujeres y de los hombres.
TRES TIPOS DE ROLES QUE JUGAMOS:
PERSEGUIDOR o victimario o perpetrador: elabora reglas poco prácticas y exige que se cumplan. Se siente fuerte presionando a la víctima, culpándola.
VÍCTIMA : Se caracteriza por una aparente ausencia de poder, enviando mensajes en los que manifiesta sentirse indefenso y desconcertado. Sin embargo es la figura más fuerte, sin ella no podrían aparecer las demás posiciones. La víctima se siente valiosa cuando la persiguen o la salvan.
RESCATADOR : es el que se evalúa a sí mismo según la dependencia que genera en los demás. Quiere ayudar a resolver las dificultades de los demás, se siente necesario. Con esa actitud descalifica a los demás evitando que se responsabilicen.
Las personas que entran en el juego van cambiando de papel o rol a lo largo de la conversación.
Cuando representamos el rol de víctima tratamos de manipular mostrándonos indefensos,
cuando ejercemos de perseguidores ó acusadores, manipulamos, culpando al otro
y cuando hacemos de rescatadores ayudamos, posicionándonos como necesarios para el otro.
Imaginemos una discusión de pareja. A acaba de llegar a casa y encuentra a B (su pareja) sentada en el sofá.
ESPOSO:. (acusador) -¿ Aún no está hecha la cena? MUJER (víctima) – Acabo de llegar amor, de recoger a los niños de sus clases ¡he tenido un día!… (acusador) pero ¿qué bárbaro, apenas vas llegando y ya me estás exigiendo que si ya está la cena!… ESPOSO (víctima) –bueno… entonces haré yo la cena, como siempre… (acusador), ¿supongo que habrás ido por el súper? MUJER. (acusador) -¿Cómo? ¿No habíamos quedado que ibas tu? (víctima) ..O sea que ahora, por tu culpa no tenemos nada para hacer la cena…
La discusión acaba de empezar y cómo ves, podría continuar subiendo de tono sin llegar a una resolución del conflicto. Además los motivos que llevan a discutirse, por ejemplo el casnancio, la sensación de falta de implicación del otro, la demanda de cariño...no salen a relucir en la conversación.
Una vez analizado el círculo vicioso que supone un juego psicológico, es muy importante no engancharse.
La elección de la pareja es una decisión nuestra. Y si nosotros elegimos a esa persona, y en este momento hay algo que nos molesta de ella, es porque ahí hay una gran oportunidad de crecimiento. Tal vez el problema que se presenta me esté hablando de algo que tengo que resolver para crecer.
Si profundizamos en esto, esas actitudes y roles que desarrollamos inconscientemente, y que en este momento le llamamos problema, cuando los hacemos conscientes, pueden encerrar la solución y conducirnos al crecimiento personal y de pareja.
Por ejemplo:
PERSEGUIDOR: Puede cambiar a desafiador y generar estímulos y nuevas metas para el creador, contribuyendo a su motivación.
VÍCTIMA: puede volverse creadora, afrontar los retos, evolucionar por sí misma y tomar decisiones desde la propia experiencia.
RESCATADOR: Puede tomar el papel de coach, al acompañar al creador en su proceso, y facilitarle las herramientas y recursos necesarios para que sea él quien encuentre las soluciones.
“LO IMPORTANTE NO ES LO QUE NOS PASÓ, SINO LA FORMA EN QUE REACCIONAMOS ANTE ELLO”
Cuando de verdad entendemos las causas reales de los problemas, llegamos a responsabilizarnos de nuestra parte, entendemos que no nos queda más que aceptarnos tal y como somos, querernos, responsabilizarnos y actuar en consecuencia.
Si no nos responsabilizamos, seguiremos actuando de la misma manera y repitiendo los mismos patrones y generando los mismos problemas
Para evitar sentirnos de una manera que no nos gusta es indispensable que asumamos nuestra responsabilidad. Comprender nuestras emociones para luego actuar de manera diferente, de una manera que nos haga sentir mejor.
LA SOLUCIÓN ES : ELIGE NO JUGAR. PUNTO.
Reconoce qué rol juegas, eso puede evitar que aparezcan.
Reconoce que cuando tienes miedo ( falta de amor) te dan ganas de jugar. Al tomar conciencia puede ser que en lugar de jugar, elijas amar.
Si falta sentido a tu vida tienes ganas de jugar. Tomar conciencia de esto, te ayudará a buscar sentido a tu vida en vez de jugar.
Si viste el juego en tu casa, te dan ganas de jugar como experto. Darte cuenta te invita a saber que hay más opciones de cosas diferentes a las que viste en tu casa.
Cuando el amor está en ti, pierdes el interés de jugar.
COMPROMÉTETE CONTIGO:
Ámate a ti mismo.
Acéptate.
Responsabilízate y obsérvate.
Transfórmate en un ser amoroso, pacífico.
Aprende a comunicar lo que necesitas, lo que sientes.