top of page

CUANDO SE TRATA DE CAMBIAR, LA DIFERENCA ESTÁ EN LO QUE HACES.


¿Cuántas veces has tratado de hacer un cambio en tu vida y esa intención se ha quedado sólo en un buen deseo?

En una ocasión, un viajero que andaba en la antigua Grecia en busca del Monte Olimpo, temiendo estar perdido, se acercó a Sócrates, quien se encontraba a la vera del camino y le preguntó -¿Cómo le hago para llegar al Monte Olimpo? entonces Sócrates le respondió -“Muy fácil, simplemente asegúrate que todo paso que des vaya en esa dirección”.

Muchas veces no cambiamos porque no sabemos lo que queremos ó porque no sabemos como lograrlo.

El no tener bien claro qué es lo que se persigue y no hacer un plan para lograrlo son algunos de los principales obstáculos para el logro.

¿Sabías que la persona que hace más difícil hacer realidad tus propósitos, normalmente eres tú mismo?

Estudios realizados con estudiantes que se graduaban en la Universidad de Yale en 1953 (Cruz, 2013) demostraron que el 95 % de las personas no se proponen metas y sólo el 3% las escribe, o sea, que la mayoría de los seres humanos no tienen claras sus metas y ni siquiera las escriben.

Veinte años más tarde, la universidad volvió a hacer un estudio de seguimiento con el mismo grupo de profesionales y encontró que sólo el 3% de las personas que había escrito sus metas y definido un plan de acción para alcanzarlas, tenían matrimonios mucho más felices, mejores relaciones familiares y gozaban de mejor salud física y mental.

Una meta que no escribes es solamente un sueño.

¿Cuántos años de nuestra vida los hemos pasado soñando ó responsabilizando a los demás por la vida que tenemos ó, simplemente, sobreviviendo?

Las investigaciones anteriores demostraron que las personas de éxito son aquellas que saben lo que quieren, escriben sus propósitos, los revisan con frecuencia y trabajan con disciplina para lograrlos en un tiempo determinado. Y así como una meta sin escribir es sólo un sueño, también una meta a la que no le ponemos fecha de caducidad es una ilusión. ¿Te gustaría pasar el resto de tu vida soñando y viviendo en la ilusión?

De aquí la importancia de descubrir primero si la vida que tienes es la que quieres, revisar cómo estás en este momento y luego qué es lo que quieres logar, ponerle una fecha de logro y además tener la suficiente flexibilidad para adaptarte a los posibles cambios.

Y ¿cómo darse cuenta si se quiere o no un cambio? Todos tenemos dentros de nosotros una especie de "radar" que nos dice si lo que pensamos, sentimos o queremos nos proporciona bienestar. Si nos damos tiempo y reflexionamos podremos descubrirlo. ¿Has escuchado eso de que "tenemos la vida que merecemos"? Lo que eres, hasta hoy, es lo que has hecho de ti. Si piensas en esto y si no te gusta la vida que vives, si cada día haces las mismas cosas, ¿cómo quieres tener resultados diferentes en ti, en tu vida?

Paul Watzlawick (Watzlawick, 2003) menciona que “en la vida de las personas muchas veces los problemas permanecen a su mismo nivel de gravedad y otras aumentan si no se les da una solución o si la solución encontrada es errónea y sobretodo si se aplica más de lo mismo”, ó sea que seguimos haciendo las mismas cosas que nos producen malestar; cuando esto sucede,- continúa - “la situación puede permanecer similar o idéntica desde el punto de vista estructural, pero la intensidad de la dificultad y del sufrimiento impuesto aumenta”

Antony Robins (Robins, 1992) decía que cuando le preguntaban que era lo que realmente había transformado su vida, respondía que había puesto mucha atención a todo lo que ya no estaba dispuesto a aceptar en su vida, todo lo que ya no quería seguir tolerando y todo en lo que deseaba convertirse. En cierto momento tomó la decisión de cambiar; había elevado sus criterios respecto a sí mismo, cambiado sus creencias derrotistas y encontrado una estrategia para alcanzar sus metas.

Somos producto de lo que pensamos y de lo que sentimos y esto repercute en nuestras conductas y los resultados en nuestra vida. Nosotros mismos, lo que llamamos nuestra persona, somos el hábito que hemos hecho día a día, repitiendo los mismos patrones de pensamiento, de conducta, hasta transformarnos en los que somos. Nos guste o no, SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE SOMOS, DE CÓMO NOS SENTIMOS Y DE LO QUE HACEMOS.

Nadie va a hacer que tu vida cambie, como tampoco puedes hacer que cambie la vida de los demás. EL ÚNICO QUE PUEDE AFECTAR TU VIDA, positiva o negativamente ERES TÚ. Así es que si quieres hacer un cambio, un cambio que permanezca en ti, debes asumir la completa responsabilidad de lo que pasa con tu vida. Responsabilidad significa tomar en tus manos las riendas de tu vida, decidir qué quieres hacer, trabajar en ello y asumir las consecuencias.

Tal vez podrías decir que no has alcanzado tus metas, tus propósitos, porque vienes de una familia pobre, porque no te educaron, porque no has tenido las oportunidades que hubieras querido, porque el gobierno no te ha dejado que progreses, porque la economía es terrible, porque tus papás, tu jefe, tu pareja … etc. Esto son solo excusas. En su libro "La magia de pensar en grande" (Schwartz, 2011) Schwartz llama a esto la enfermedad de la excusitis y menciona “Detrás de todo fracaso se encuentra esta enfermedad en su forma avanzada. La excusitis explica la diferencia entre la persona que está satisfecha con su vida y aquellas que apenas se sostienen en la situación que viven. Entre más exitoso es alguien, menos se inclina a dar excusas”.

Pudieras tener muchas razones o justificaciones, pero lo importante es, desde hoy, descubrir qué quieres tú hacer de tu vida, hacia dónde vas y a dónde quieres llegar, lo que quieres lograr.

No importa cuál haya sido tu pasado, ni de dónde vienes, el pasado ya pasó, no existe , el futuro tampoco, porque es incierto, lo único que tienes, es el hoy.

Milton Erickson decía que el pasado no lo podemos cambiar, pero si podemos aprender de él, tú puedes afectar tu futuro cambiando tu presente, haciendo cosas que no has hecho antes, o dejando de hacerlas.

Es muy importante que encuentres cual es tu motivación para eso que quieres lograr, porque la motivación es la energía que te va a mantener en el camino al logro.

En resumen, si en tu vida hay algo que no te gusta de ti, ó algo a lo que aspiras, está en tus manos hacer un cambio para estar mejor. Si tú asumes la responsabilidad de hacer de tu vida lo que tú quieres, sabiendo que eres tú quien la conduce,tomarás el timón de tu destino, y si logras fijar bien tus metas, hacia dónde vas y trazar una ruta, lo vas a lograr. ¿No te parece? Ese es el principio, para descubrir tus propósitos, para cambiar tu vida y vivir tal y como tú deseas. Descubre dónde te encuentras hoy, hacia donde quieres llegar y, como decía Sócrates, asegúrate de todo paso que des vaya en esa dirección.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page